He aquí una guía indispensable paso a paso (la única que conseguimos):
- Elija una idea, difúndala y busque gente con pereceres similares.
- Elija un líder (no sea apurado, espere).
- Hágase el mejor intérprete de sus dichos, actos y omisiones.
- Organice una doctrina.
- Efectúe la primera limpieza doctrinaria y acuse a los herejes más peligrosos de traición a la causa. Aproveche para rodear al líder con un grupo selecto de adláteres fanáticos, elegidos por usted.
- Identifique los que se salvaron por un pelo, llámelos a la unidad y utilice con ellos abundantemente cualquier etiqueta de uso: "compañero", "camarada", "correligionario", "hermano", "amigo".
- Establezca un tribunal con el que amenazar en el futuro a los díscolos.
- Espere un rato. En cualquier momento el Líder se va a mandar una agachada grande. Es humano, al fin, y usted lo sabe. Métalo en el horno ideológico con papas, pero manténgase en segundo plano para evitar las chispas.
- Mire alrededor, y si hay otro posible Líder, vuelva al punto 2. De lo contrario siga adelante.
- Sea Jefe de la Sociedad de Fomento, del Club. También Presidente de la Nación, Emperador, Dictador, Papa, lo que quiera.
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